La farmacología en pacientes en áreas críticas implica el uso de medicamentos para manejar condiciones severas y potencialmente mortales. La administración y selección de fármacos requieren un enfoque cuidadoso, tanto en adultos como en pediátricos, debido a las diferencias en farmacocinética y farmacodinamia.

Paciente Adulto

  1. Medicamentos Comunes:
    • Vasopresores: Utilizados para mantener la presión arterial en pacientes en shock (ej. norepinefrina, dopamina).
    • Sedantes y analgésicos: Para el manejo del dolor y la sedación en pacientes ventilados (ej. midazolam, fentanyl).
    • Antibióticos: Para tratar infecciones graves, seleccionando según el perfil de susceptibilidad.
  2. Consideraciones:
    • Ajuste de dosis según función renal y hepática.
    • Monitorización continua de efectos adversos y respuesta terapéutica.

Paciente Pediátrico

  1. Medicamentos Comunes:
    • Vasopresores y inotrópicos: Usados con precaución, dado que la respuesta puede ser diferente (ej. epinefrina, dobutamina).
    • Antibióticos: Selección basada en el peso y edad del paciente, considerando posibles efectos en el desarrollo.
  2. Consideraciones:
    • Dosis basadas en el peso y superficie corporal.
    • Mayor susceptibilidad a efectos adversos; se requiere un monitoreo más estricto.

Consideraciones Generales

  • Interacciones: Deben ser vigiladas cuidadosamente, ya que los pacientes críticos suelen recibir múltiples fármacos.
  • Monitorización: Es fundamental para evaluar la efectividad del tratamiento y ajustar dosis según sea necesario.

La farmacología en áreas críticas es compleja y requiere un enfoque individualizado para garantizar la seguridad y eficacia en el tratamiento de estos pacientes vulnerables.